Los trastornos más habituales en adolescentes pueden ir desde la depresión, la ansiedad, trastornos de la alimentación -anorexia, bulimia o trastorno por atracón-, adicciones -no necesariamente el alcohol o las drogas, sino dependencia de las nuevas tecnologías o de los videojuegos-, hasta otros trastornos que pueden pasar desapercibidos al considerar sus síntomas propios de la adolescencia. Estos pueden ser un trastorno disocial de la personalidad que les haga antisociales y violentos, fobia social o incluso un trastorno adaptativo al entorno que cause estrés -cambio de escuela, separación de los padres o mudarse a un sitio nuevo, por ejemplo-.