Tradicionalmente, en sociedades que no son las actuales, el hombre estaba educado para tareas como defender, pelear o ganar dinero y la mujer tenía que estar en casa y cuidando de la familia. Esto, en determinados momentos de la historia, tiene su razón de ser, porque había que especializar a una parte de la sociedad, pero ya no se corresponde con estos tiempos, la vida ahora es muy diferente y ya no tiene sentido esta división del trabajo.