Cuando queremos aprender algo y recordarlo, es bueno que se agregue un poco de dificultad a ese proceso de aprendizaje. Lo importante es obligar al cerebro a estar alerta para que prestemos más atención a lo que leemos y lo han hecho introduciendo un pequeño obstáculo a la lectura: un espacio en blanco en el cuerpo de las letras que no evita que podamos leer la frase, pero nos obliga a hacer un esfuerzo inconsciente.
Sans Forgetica es la primera tipografía que fue específicamente diseñada para mejorar la retención mental. La fuente usa principios de psicología cognitiva para crear un efecto que se conoce como dificultad deseable. Las obstrucciones menores en los procesos de aprendizaje hacen que tu cerebro se involucre en procesos cognitivos más profundos.
Las fuentes 'típicas' nos resultan muy familiares, por lo que les echamos un vistazo y no se crea rastro de memoria y ese rastro es algo así como la huella, la marca que ese recuerdo "imprime" de cierta manera en el cerebro. Pero si la fuente es demasiado diferente, entonces nuestro cerebro no puede procesarla y tampoco se crea rastro de memoria. La clave consiste en dificultar la lectura sin que el texto se vuelva ilegible. Sans Forgetica ocupa ese punto intermedio en el cual se rompen las normas perceptuales justas para crear ese rastro de memoria.